Balneoterapia para la artrosis: una revisión científica

Balneoterapia para la artrosis: una revisión científica

Una revisión sistemática (RS) de la librería Cochrane que incluyó 7 ensayos clínicos aleatorizados (ECAs)(498 pacientes) halló que en las personas que padecen osteoartritis:

  • Tomar un baño mineral en comparación con ningún tratamiento puede aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida.
  • Tomar un baño de azufre o un baño de Mar Muerto en comparación con ningún tratamiento puede aliviar el dolor un mes después del tratamiento.
  • Tomar un baño de azufre o un baño de Mar Muerto en comparación con ningún tratamiento no da lugar a una diferencia en el dolor.

Sin embargo, añade que no hay datos suficientes como para decir que tomar baños minerales posea algún efecto sobre la función física o la calidad de vida de la persona. En estos estudios, no se midió cómo se sintieron las personas en general, ni si hubo efectos secundarios. Se concluye que “es posible y necesario realizar estudios aleatorios con alta calidad metodológica, relacionados con la efectividad de la balneoterapia, para ofrecer una fuerte evidencia sobre los efectos de esta terapia. Los defectos hallados en los estudios evaluados podrían y deberían evitarse en los futuros ensayos”.

En tres revisiónes sistemáticas publicadas posteriormente encontramos:

  • Una RS de 2008 (18 artículos incluidos) evaluó el efecto de la crenobalneoterapia en la artrosis de las extremidades y sus resultados mostraron que este tratamiento se asoció con mejoras en los criterios de evaluación (dolor, función y calidad de vida) respecto a la situación basal. Sin embargo, los problemas metodológicos de los trabajos (en cuanto a validez interna, validez externa y tamaño de la muestra) no permiten establecer conclusiones definitivas.
  • En otra RS de 2009 se analizó la eficacia terapéutica, a corto y largo plazo, de las aguas termales minerales naturales en pacientes con osteoartritis de la rodilla. Esta revisión incluyó 9 ECAs (493 pacientes). Todas las intervenciones que se utilizaron en estos ensayos mostraron mejorar el dolor y la capacidad funcional, y esta mejoría se mantuvo hasta la semana 24. No se produjeron eventos adversos graves asociados con el tratamiento de las aguas termales minerales. Los autores añaden que ECAs adicionales con un tamaño de la muestra más grande, y mayor tiempo de seguimiento son necesarios para confirmar estos resultados y para evaluar el efecto biológico de las aguas termales minerales en pacientes con osteoartritis de rodilla.
  • Por último, en otra RS también de 2009 se incluyeron 29 ECAs (1720 pacientes), 22 de ellos (75,8%) analizaban el uso de la balneoterapia en las enfermedades reumatológicas (en 8 concretamente en la osteoartritis), 3 en dolor lumbar crónico, 3 en psoriasis y uno en la enfermedad de Parkinson. La balneoterapia produjo una mayor mejora del dolor (estadísticamente significativa) en pacientes con enfermedades reumatológicas y dolor lumbar crónico en comparación con el grupo control en 17 (68%) de los 25 ECAs examinados. En los otros 8 estudios, el dolor mejoró en el grupo de tratamiento con balneoterapia, pero esta mejora no fue estadísticamente diferente a la del grupo control. El efecto beneficioso se prolongó durante diferentes períodos de tiempo, que oscilaron según el estudio de 10 días hasta 1 año. Los autores sugieren que la balneoterapia puede realmente asociarse a mejoría en varias enfermedades reumatológicas. Sin embargo, también consideran que la evidencia existente no es suficientemente fuerte como para establecer conclusiones firmes.

Un informe de Evaluación de Tecnologías Sanitarias sobre la balneoterapia realizado en el 2006 por la Agencia del Instituto de Salud de Carlos III incluye un capítulo sobre la indicación de esta terapia en las afecciones del aparato locomotor. Se considera la osteoartrosis (en todas sus localizaciones: espondilartrosis, coxartrosis, gonartrosis, artrosis de las manos, caso de la rizartrosis del pulgar, nódulos de Heberden y Bouchard, omartrosis, artrosis de codos, de pies con afectación de articulaciones metatarsofalángicas y tarsianas, etc.) la afección reumatológica princeps tributaria de crenoterapia o balneoterapia, ya que con ella se consigue una notoria mejoría tanto sintomática como funcional, se aminora el dolor y puede retardarse la evolución del proceso: “Cuando las indicaciones terapéuticas y las técnicas aplicadas son las correctas, se consiguen mejorías funcionales, sobre todo efectos analgésicos y facilitadores de la movilidad; si bien no se obtienen efectos sobre el deterioro cartilaginoso articular”. En otro capítulo sobre las líneas de investigación, y principales estudios realizados por el IMSERSO, referentes al uso de las curas termales en el tratamiento de las afecciones reumáticas, se menciona un trabajo publicado en 1994 (pacientes con afecciones osteoarticulares que acudieron a balnearios en la campaña de 1993) por dicho organismo entre cuyas conclusiones destaca que: las reacciones inmediatas tras la cura termal fueron positivas en lo referente al estado general, de manera que un 76% de los agüistas refirieron mejoría general, un 75% mostró mejoría sintomática y un 73% experimentó aumento de la movilidad articular.

Fuente: Murcia Salud

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