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Balneoterapia para la artrosis: una revisión científica

Una revisión sistemática (RS) de la librería Cochrane que incluyó 7 ensayos clínicos aleatorizados (ECAs)(498 pacientes) halló que en las personas que padecen osteoartritis:

Sin embargo, añade que no hay datos suficientes como para decir que tomar baños minerales posea algún efecto sobre la función física o la calidad de vida de la persona. En estos estudios, no se midió cómo se sintieron las personas en general, ni si hubo efectos secundarios. Se concluye que “es posible y necesario realizar estudios aleatorios con alta calidad metodológica, relacionados con la efectividad de la balneoterapia, para ofrecer una fuerte evidencia sobre los efectos de esta terapia. Los defectos hallados en los estudios evaluados podrían y deberían evitarse en los futuros ensayos”.

En tres revisiónes sistemáticas publicadas posteriormente encontramos:

Un informe de Evaluación de Tecnologías Sanitarias sobre la balneoterapia realizado en el 2006 por la Agencia del Instituto de Salud de Carlos III incluye un capítulo sobre la indicación de esta terapia en las afecciones del aparato locomotor. Se considera la osteoartrosis (en todas sus localizaciones: espondilartrosis, coxartrosis, gonartrosis, artrosis de las manos, caso de la rizartrosis del pulgar, nódulos de Heberden y Bouchard, omartrosis, artrosis de codos, de pies con afectación de articulaciones metatarsofalángicas y tarsianas, etc.) la afección reumatológica princeps tributaria de crenoterapia o balneoterapia, ya que con ella se consigue una notoria mejoría tanto sintomática como funcional, se aminora el dolor y puede retardarse la evolución del proceso: “Cuando las indicaciones terapéuticas y las técnicas aplicadas son las correctas, se consiguen mejorías funcionales, sobre todo efectos analgésicos y facilitadores de la movilidad; si bien no se obtienen efectos sobre el deterioro cartilaginoso articular”. En otro capítulo sobre las líneas de investigación, y principales estudios realizados por el IMSERSO, referentes al uso de las curas termales en el tratamiento de las afecciones reumáticas, se menciona un trabajo publicado en 1994 (pacientes con afecciones osteoarticulares que acudieron a balnearios en la campaña de 1993) por dicho organismo entre cuyas conclusiones destaca que: las reacciones inmediatas tras la cura termal fueron positivas en lo referente al estado general, de manera que un 76% de los agüistas refirieron mejoría general, un 75% mostró mejoría sintomática y un 73% experimentó aumento de la movilidad articular.

Fuente: Murcia Salud

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