Caldas de Partovia, de los pocos balnearios de Galicia cuyas aguas ayudan a controlar el riesgo cardiovascular

Caldas de Partovia, de los pocos balnearios de Galicia cuyas aguas ayudan a controlar el riesgo cardiovascular

El origen de las aguas mineromedicinales se encuentra en los baños termales de las antiguas Grecia y Roma, donde se asocian con un rito social, pero también con una mejora de la salud y del bienestar o con el placer. En el siglo XVI se va perdiendo ese carácter fundamentalmente lúdico, y comienza su reconocimiento oficial gracias al impulso que dan los reyes y la aristocracia de la época a las aguas minerales. Sin embargo, no es hasta finales del siglo XVIII cuando se establece la obligatoriedad de los análisis y se comienza a discutir científicamente los efectos beneficiosos o perjudiciales del consumo de las diversas aguas mineromedicinales. A día de hoy, no se duda de los beneficios de las aguas mineromedicinales para la salud. Y no solo para el tratamiento de algunas patología sino también para su prevención. Además de que diversas investigaciones científicas así lo acreditan, la historia de balnearios como el de Caldas de Partovia lo acreditan.

Las aguas mineromedicinales se definen como “aquellas bacteriológicamente sanas que tengan su origen en un estrato o yacimiento subterráneo y que broten de un manantial en uno o varios puntos de alumbramiento, naturales o perforados”. Estas aguas se distinguen del agua potable ordinaria por su naturaleza, caracterizada por su contenido en minerales, oligoelementos y otros componentes y, en ocasiones, por determinados efectos y por su pureza original. Estas características se mantienen intactas debido a su origen subterráneo que las ha protegido de todo riesgo de contaminación.

Factores a tener en cuenta para prevenir el riesgo cardiovascular

Cada 14 de marzo se celebra el Día para la Prevención del Riesgo Cardiovascular, un buen momento, o al menos eso nos parece desde Balneario Caldas de Partovia en O Carballiño, para recordar los beneficios de las aguas mineromedicinales con este fin y para hacer hincapié en qué factores incrementan el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular; ya que la mejor medicina es siempre la prevención.

En España, la principal causa de muerte,  y también en el resto del mundo, está relacionada con enfermedades cardiovasculares, condicionadas por factores de riesgo conocidos, perfectamente diagnosticables y, lo que es más importante para nosotros, sobre los que podemos voluntariamente intervenir para modificarlos. Es importante saber que la Fundación Española del Corazón, a través de su página web, ha puesto a disposición de todos los ciudadanos una calculadora de riesgo cardiovascular. 

A continación vamos a hacer un breve repaso sobre los factores de riesgo más importantes:

1. Diabetes. Los pacientes con diabetes deben  controlar los demás factores de riesgo cardiovascular, especialmente hipertensión, tabaquismo y colesterol; si es obeso, debe perder peso; practicar actividad física de forma continuada; y controlar la glucemia.

2. Colesterol. El colesterol es un factor de riesgo porque si sus niveles en sangre se elevan producen hipercolesterolemia. Está demostrado que las personas con niveles de colesterol en sangre de 240 tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio que aquellas con cifras de 200. Cuando las células son incapaces de absorber todo el colesterol que circula por la sangre, el sobrante se deposita en la pared de la arteria y contribuye a su progresivo estrechamiento originando la arterosclerosis.

3. Hipertensión arterial. Es un factor de riesgo porque supone  una mayor resistencia para el corazón, que responde aumentando su masa muscular (hipertrofia ventricular izquierda) para hacer frente a ese sobreesfuerzo. Este incremento de la masa muscular acaba siendo perjudicial porque no viene acompañado de un aumento equivalente del riego sanguíneo y puede producir insuficiencia coronaria y angina de pecho. Además, el músculo cardíaco se vuelve más irritable y se producen más arritmias. En aquellos pacientes que ya han tenido un problema cardiovascular, la hipertensión puede intensificar el daño.

4. Tabaquismo. Provoca cerca de 50.000 muertes anuales en España por dolencias como la bronquitis crónica, el enfisema pulmonar y el cáncer de pulmón y faringe. Por si esto fuera poco, él también es el factor de riesgo cardiovascular más importante, ya que la incidencia de la patología coronaria en los fumadores es tres veces mayor que en el resto de la población. Las posibilidad de padecer una enfermedad de corazón es proporcional a la cantidad de cigarrillos fumados al día y al número de años en los que se mantiene este hábito nocivo.

5. Sedentarismo/Falta de ejercicio. El sedentarismo, además de provocar por sí mismo un importante daño a nuestro sistema cardiovascular, contribuye a acentuar los efectos de otros factores de riesgo como la obesidad, la hipertensión o el colesterol. Una persona sedentaria tiende a tener sobrepeso, suele fumar y es habitual que tenga una alimentación desequilibrada. Por el contrario, está demostrado que la actividad física y el ejercicio colaboran tanto en el mantenimiento del peso como en el control de las cifras de tensión arterial y colesterol.

6. Mala alimentación. Tres de los factores de riesgo cardiovascular –la obesidad, el colesterol y la hipertensión- pueden reducirse si adoptamos unos nuevos hábitos a la hora de alimentarnos, apostando por una dieta cardiosaludable.

7. Antecedentes familiares. Numerosos estudios han mostrado un componente genético en los casos de hipertensión, hipercolesterolemia familiar y diabetes tipo 2, factores todos relacionados con el desarrollo de enfermedad cardiovascular.

8. Edad. Por ello la persona de edad avanzada va a ser la principal víctima de la mayor parte de las cardiopatías. La prevalencia y la incidencia de insuficiencia cardíaca se duplica cada década a partir de los 40-45 años. Y más o menos cabe hacer consideraciones similares sobre procesos tan frecuentes e importantes como las enfermedades coronarias o la hipertensión arterial entre otros muchos.

Caldas de Partovia, un balneario perfecto para prevenir el riesgo cardiovascular

Las aguas mineromedicinales de Balneario Caldas de Partovia tienen las propiedades indicadas para mejorar el riesgo cardiovascular. Y ello sin olvidar que sus aguas y, también su entono natura, generan un contexto perfecto para reducir los niveles de estrés y ansiedad, factores subjetivos que también aumentan el riesgo de sufrir un accidente cardiovascular.

En Galicia existen solo cuatro balnearios reconocidos por el poder sus aguas para mejorar el pronóstico de riesgo cardiovascular, y Balneario Caldas de Partovia es uno de ellos. Además de ello, contamos con un servicio médico que te ayudará a analizar tu riesgo y te propondrá un plan de tratamiento con aguas mineromedicinales que te ayudará notablemente a mejorar tu salud.

 

 

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